Otoño tiene su propio vibe que nos flipa: tardes de sofá viendo pelis de Tim Burton o la enésima reposición de Harry Potter, manta hasta el cuello, fuera llueve y dentro la casa huele a calabaza en el horno.
También es el mes de las duchas y baños eternos de agua caliente que Zombody convierte en pura magia: la espuma suave que envuelve tu piel, el aroma especiado que se mezcla con el vapor y, de repente, no estás en tu baño de siempre; sino en una cabaña perdida en el bosque, rodeado de hojas secas, hoguera encendida y misterio.