Referentes, remakes y recuelas

En mayo se celebra el Día del Orgullo Friki, y como buenos amantes del cine, las sagas, los cómics y los pósters tamaño sábana de nuestras pelis favoritas, en Siwon Men Care nos ponemos nostálgicos... pero también un poco cabreados. Porque, sinceramente: ¿qué demonios está pasando con nuestros clásicos?

 

Que sí, que la industria del cine lleva años exprimiendo la misma vaca hasta dejarla más seca que el cuero cabelludo de Vin Diesel. Pero últimamente se están pasando el juego: Remakes, reboots, recuelas y secuelas tardías por todas partes… que poco aportan. Y claro, a los de nuestra generación se nos eriza la barba (literal y figuradamente).

¿RECUÉ-QUÉ?

“Recuela” es una mezcla entre remake y secuela; te da una historia ‘nueva’ pero con guiños, planos y personajes de la ‘saga’ original de la que nace (el ejemplo más claro, por autodefinido como tal es Scream de 2022).

  

La recuela no reniega de su pasado, pero le mete filtros y adornos para hacértelo pasar como nuevo. Y funciona, oye. Porque si tienes 20 años y no viste Gladiator, puede que ni te suena Russell Crowe, pero vas a ver Gladiator II porque salen Paul Mescal, Pedro Pascal y Denzel Washington y lo gozas de principio a fin.

EL REMAKE COMO TRAMPOLÍN GENERACIONAL

Hollywood lo tiene claro: no es que falte imaginación (bueno, un poquito sí), es que hay que conectar con nuevas generaciones. No van a tragarse pelis del año 2000 que duran dos horas y media y no tienen ni una transición con TikTok sound de fondo ni efectos especiales de los que se pueden marcar ahora. Así que la solución es fácil: hacemos lo mismo, pero con más CGI, con actores que tengan seguidores en Instagram y con un guion que pueda generar hilos virales en X (antes Twitter, antes vida).

 

Esto no va solo de cine. Va de cultura pop en vena. Los Z no van a leer a Tolkien, pero verán la serie de Los Anillos de Poder. No se van a emocionar con Bridget Jones’s Diary, pero sí con Bridget Jones: Loca por él, porque a lo mejor ni sabían que existía la primera. Lo de que era una saga es un dato anecdótico. ¿Que hay referencias a las anteriores? Vale. ¿Molestan? Para nada. ¿Las pillan? Tampoco. Pero da igual. No vinimos aquí a entender, vinimos a sentir

¿Y NOSOTROS QUÉ? ¿DÓNDE QUEDAN NUESTROS REFERENTES?

Y los que vimos las pelis Disney originales en ‘latino’ nos horrorizan Sirenitas racializadas y Blanca Nieves woke con actores ‘reales’, se nos erizan las escarpias con Beetlejuice a punto de una coreografía de TikTok o no entendemos la necesidad de unos cazafantasmas sin humor noventero o si de verdad necesitamos un nuevo Karate Kid a estas alturas de la peli.

 

Nos queda el consuelo de ver a nuestros héroes de siempre arrastrarse por pantalla mientras Hollywood les pasa por la piedra del rejuvenecimiento digital. Véase Indiana Jones 5. O The Matrix Resurrections, donde Neo parece más un profesor de yoga que el elegido. O Blade Runner 2049, que visualmente es una locura, pero la mitad de los que la vieron no sabían quién era Deckard y la otra mitad no entendía si era humano o no.

 

¿Y sabes qué? No pasa nada. Esto es lo que hay. Vivimos en la era de los referentes reciclados. Cada generación necesita de los suyos, aunque no se haya ‘inventado nada nuevo’ y aunque sus ‘versiones’ sean versiones de los nuestros.

 

Porque sí, a ti te marcó Mad Max con Mel Gibson; pero para un chaval de 18, el referente es Fury Road, con Charlize Theron dándolo todo en modo furiosa, mientras Tom Hardy dice tres palabras en toda la peli. Cada uno con su locura postapocalíptica. 

¿ES ESTO MALO? NO NECESARIAMENTE

Puede que no todas las recuelas o remakes sean brillantes (hola Alien: Covenant, qué tal todo), pero al menos son una puerta de entrada. Una especie de inicio fundacional que, con suerte, llevará a más de uno a investigar de dónde vienen sus referentes y todo lo que se les va quedando en el subconsciente. Igual que tú llegaste a Star Wars por el Episodio I, y luego flipaste con los originales. O igual que empezaste con Spider-Man: Homecoming y acabaste llorando viendo a Tobey Maguire partirse la espalda en No Way Home.

 

Porque tú ya tienes tus referentes, tus clásicos, tus frases míticas y tus VHS reventados. Y ellos tendrán los suyos.  

¿CONCLUSIÓN?

Los tiempos cambian, los clásicos se reinventan y los referentes se actualizan. Aunque nos “duela” ver cómo toquetean nuestras películas de culto, también mola saber que las historias siguen vivas, mutando, adaptándose, atrayendo a nuevas generaciones.

 

Lo importante es que, ya sea con un remake, una recuela o un reboot hecho con más filtros que sentido, sigamos hablando de las mismas historias. Y eso es lo más friki, lo más bonito… y lo más inevitable del mundo. Feliz Día del Orgullo Friki, y que la fuerza os acompañe. Aunque sea en versión 2.0. 

P.D.: Para que no cambien al prota de la peli de tu vida como un Russell Crowe por Paul Mescal, usa Wowyoung: serum anti-envejecimiento para más temporadas y secuelas que Friends, One Piece y Star Wars juntos.

Referentes, remakes y recuelas

En mayo se celebra el Día del Orgullo Friki, y como buenos amantes del cine, las sagas, los cómics y los pósters tamaño sábana de nuestras pelis favoritas, en Siwon Men Care nos ponemos nostálgicos... pero también un poco cabreados. Porque, sinceramente: ¿qué demonios está pasando con nuestros clásicos?

 

Que sí, que la industria del cine lleva años exprimiendo la misma vaca hasta dejarla más seca que el cuero cabelludo de Vin Diesel. Pero últimamente se están pasando el juego: Remakes, reboots, recuelas y secuelas tardías por todas partes… que poco aportan. Y claro, a los de nuestra generación se nos eriza la barba (literal y figuradamente).

¿RECUÉ-QUÉ?

“Recuela” es una mezcla entre remake y secuela; te da una historia ‘nueva’ pero con guiños, planos y personajes de la ‘saga’ original de la que nace (el ejemplo más claro, por autodefinido como tal es Scream de 2022).

  

La recuela no reniega de su pasado, pero le mete filtros y adornos para hacértelo pasar como nuevo. Y funciona, oye. Porque si tienes 20 años y no viste Gladiator, puede que ni te suena Russell Crowe, pero vas a ver Gladiator II porque salen Paul Mescal, Pedro Pascal y Denzel Washington y lo gozas de principio a fin.

En mayo se celebra el Día del Orgullo Friki, y como buenos amantes del cine, las sagas, los cómics y los pósters tamaño sábana de nuestras pelis favoritas, en Siwon Men Care nos ponemos nostálgicos... pero también un poco cabreados. Porque, sinceramente: ¿qué demonios está pasando con nuestros clásicos?

 

Que sí, que la industria del cine lleva años exprimiendo la misma vaca hasta dejarla más seca que el cuero cabelludo de Vin Diesel. Pero últimamente se están pasando el juego: Remakes, reboots, recuelas y secuelas tardías por todas partes… que poco aportan. Y claro, a los de nuestra generación se nos eriza la barba (literal y figuradamente).

EL REMAKE COMO TRAMPOLÍN GENERACIONAL

Hollywood lo tiene claro: no es que falte imaginación (bueno, un poquito sí), es que hay que conectar con nuevas generaciones. No van a tragarse pelis del año 2000 que duran dos horas y media y no tienen ni una transición con TikTok sound de fondo ni efectos especiales de los que se pueden marcar ahora. Así que la solución es fácil: hacemos lo mismo, pero con más CGI, con actores que tengan seguidores en Instagram y con un guion que pueda generar hilos virales en X (antes Twitter, antes vida).

 

Esto no va solo de cine. Va de cultura pop en vena. Los Z no van a leer a Tolkien, pero verán la serie de Los Anillos de Poder. No se van a emocionar con Bridget Jones’s Diary, pero sí con Bridget Jones: Loca por él, porque a lo mejor ni sabían que existía la primera. Lo de que era una saga es un dato anecdótico. ¿Que hay referencias a las anteriores? Vale. ¿Molestan? Para nada. ¿Las pillan? Tampoco. Pero da igual. No vinimos aquí a entender, vinimos a sentir

¿Y NOSOTROS QUÉ? ¿DÓNDE QUEDAN NUESTROS REFERENTES?

Y los que vimos las pelis Disney originales en ‘latino’ nos horrorizan Sirenitas racializadas y Blanca Nieves woke con actores ‘reales’, se nos erizan las escarpias con Beetlejuice a punto de una coreografía de TikTok o no entendemos la necesidad de unos cazafantasmas sin humor noventero o si de verdad necesitamos un nuevo Karate Kid a estas alturas de la peli.

 

Nos queda el consuelo de ver a nuestros héroes de siempre arrastrarse por pantalla mientras Hollywood les pasa por la piedra del rejuvenecimiento digital. Véase Indiana Jones 5. O The Matrix Resurrections, donde Neo parece más un profesor de yoga que el elegido. O Blade Runner 2049, que visualmente es una locura, pero la mitad de los que la vieron no sabían quién era Deckard y la otra mitad no entendía si era humano o no.

 

¿Y sabes qué? No pasa nada. Esto es lo que hay. Vivimos en la era de los referentes reciclados. Cada generación necesita de los suyos, aunque no se haya ‘inventado nada nuevo’ y aunque sus ‘versiones’ sean versiones de los nuestros.

 

Porque sí, a ti te marcó Mad Max con Mel Gibson; pero para un chaval de 18, el referente es Fury Road, con Charlize Theron dándolo todo en modo furiosa, mientras Tom Hardy dice tres palabras en toda la peli. Cada uno con su locura postapocalíptica. 

¿ES ESTO MALO? NO NECESARIAMENTE

Puede que no todas las recuelas o remakes sean brillantes (hola Alien: Covenant, qué tal todo), pero al menos son una puerta de entrada. Una especie de inicio fundacional que, con suerte, llevará a más de uno a investigar de dónde vienen sus referentes y todo lo que se les va quedando en el subconsciente. Igual que tú llegaste a Star Wars por el Episodio I, y luego flipaste con los originales. O igual que empezaste con Spider-Man: Homecoming y acabaste llorando viendo a Tobey Maguire partirse la espalda en No Way Home.

 

Porque tú ya tienes tus referentes, tus clásicos, tus frases míticas y tus VHS reventados. Y ellos tendrán los suyos.  

¿CONCLUSIÓN?

Los tiempos cambian, los clásicos se reinventan y los referentes se actualizan. Aunque nos “duela” ver cómo toquetean nuestras películas de culto, también mola saber que las historias siguen vivas, mutando, adaptándose, atrayendo a nuevas generaciones.

 

Lo importante es que, ya sea con un remake, una recuela o un reboot hecho con más filtros que sentido, sigamos hablando de las mismas historias. Y eso es lo más friki, lo más bonito… y lo más inevitable del mundo. Feliz Día del Orgullo Friki, y que la fuerza os acompañe. Aunque sea en versión 2.0. 

P.D.: Para que no cambien al prota de la peli de tu vida como un Russell Crowe por Paul Mescal, usa Wowyoung: serum anti-envejecimiento para más temporadas y secuelas que Friends, One Piece y Star Wars juntos.

Wow Young

Cremigel anti-arrugas de noche con retinol.

Minimiza arrugas, líneas de expresión y ayuda con los granitos. Nuevo envase!

54,99 €

COMPRAR  AHORA